Consejos para cuidar tus flores
¿Compraste flores, recibiste un ramo o solo quieres informarte sobre cómo prolongar la vida de las flores de corte?
Te presentamos consejos básicos para hacer que te duren frescas un tiempo considerable.
Cuando ya tienes tus flores, lo más importante es hidratarlas. El primer paso para ello es tener un buen jarrón dónde ponerlas, lo ideal es que esté bien limpio y lleno de agua fresca, no tiene que ser agua fría pero definitivamente no le pongas agua tibia y mucho menos caliente.
Luego de preparar tu base, retira las envolturas de tus flores para proceder a la limpieza y corte de los tallos.
Asegúrate de que toda el área de los tallos que entrarán al agua esté completamente limpia de hojas. Parece exagerado, pero todas las hojas que quedan en los tallos sumergidas en el agua aceleran el proceso de putrefacción de las flores porque se generan bacterias más rápido. ¿Alguna vez has visto que al día y medio el agua de tus flores ya está un poco turbia? Esto lo evita.
Si recibiste un ramo, este paso ya debe estar adelantado, pero si compraste tus propias flores te tocará hacerlo. Te recomendamos escuchar una buena lista de reproducción y disfrutar el proceso. (Puedes darle play a: “Para limpiar flores x Flor de Barrio” en Spotify)
Corte en diagonal
Es ideal cortar alrededor de 1.5 cm del final del tallo. Quizá hayas escuchado que debes hacerlo en diagonal y es verdad, pero te vamos a explicar por qué. Este corte permite que la superficie de hidratación sea mayor, además ayudas a que no se tapen sus “poros” en caso de que choquen con el fondo del jarrón y seguirán recibiendo agua sin dificultad. Así que corta tus flores antes de meterlas al agua, hacemos hincapié en que debe de ser un paso previo: antes de entrar al agua los tallos deben de estar preparados. Pero no dejes pasar demasiado tiempo, pues cortarlas y dejarlas en la mesa mientras haces otra cosa dará pie a que sus “poros” se cierren otra vez (esto pasa de volada) y se limita la hidratación, el tip es cortar e inmediatamente meter al agua.
Cambiar el agua del florero diariamente sería lo ideal, pero sabemos que es una tarea complicada, así que con hacerlo cada dos días ya estarías haciendo un trabajo excelente.
Debes saber que todas las flores tienen un tiempo de vida distinto, como cualquier ser vivo. Por lo que irán cayendo poco a poco, unas y otras, es importante retirarlas para que sus bacterias no influyan en las demás.
Por último, pero no menos importante, te recomendamos elegir bien el lugar dónde estarán tus flores. Busca un espacio dónde no pegue el sol directo ni se sofoque el ambiente, esto es clave, así como mantenerlas alejadas de fuertes corrientes de viento.
Estos sencillos pasos pronto se vuelven parte de los rituales de las flores, aunque al inicio parezcan un trabajo arduo, no te preocupes, te irás acostumbrando y cada vez será más rápido. Notarás considerablemente los cambios en tus flores, te lo van a agradecer y tendrás un espacio bonito por más tiempo.